Muchas veces recibimos preguntas sobre si pueden los diabéticos comer miel; si es recomendable o está contraindicada; si hay excepciones en su consumo. Nuestra primera respuesta es que los temas de salud siempre hay que valorarlos con los médicos, en este caso el endocrino, que será quién te dé las pautas a seguir en lo relativo a la alimentación.
Dicho y aclarado esto, sí podemos analizar e intentar aclarar la pregunta que planteamos en el título de este post.
¿Qué es la diabetes?
Hay que empezar explicando que la diabetes es una enfermedad crónica que influye en la manera en que el cuerpo convierte alimentos en energía. Muchos de los alimentos que ingerimos se transforman en glucosa (azúcar) que se libera en el torrente sanguíneo. La insulina, una hormona producida por el páncreas, ayuda a que la glucosa entre a las células del cuerpo para suministrarles energía.
Cuando alguien padece diabetes significa que su cuerpo no produce insulina (diabetes tipo 1) o no produce o no usa la insulina de manera adecuada (diabetes tipo 2). Así, queda demasiada azúcar en el torrente sanguíneo (la glucosa permanece en la sangre), lo que, con el tiempo, puede causar problemas importantes de salud como pérdida de visión, enfermedades del corazón, daño en los riñones…
No existe una cura para la diabetes pero sí se pueden controlar sus efectos con el tratamiento médico adecuado, adquiriendo hábitos de vida saludables y con las recomendaciones dietéticas oportunas.
¿Pueden los diabéticos comer miel?
La miel es un alimento natural que contiene azúcares simples (fructosa, glucosa) que pasan directamente al torrente sanguíneo, subiendo los niveles de azúcar en sangre.
Y aunque la miel sea un producto natural y tenga muchos beneficios (vitaminas, antioxidantes, minerales…) para una persona sana, no implica que no tenga contraindicaciones en el caso de determinadas enfermedades contra la diabetes.
Una persona diabética debe controlar el nivel de azúcar en la sangre para evitar problemas de salud. Y comer bien es la clave. Comer alimentos saludables a la hora que corresponde para que el nivel de azúcar se mantenga dentro de los márgenes adecuados. Será el especialista el que facilite al paciente un plan de alimentación saludable. Y en ese plan, quizá esté permitido un consumo esporádico y en cantidades muy reducidas de miel.
Ese consumo será algo excepcional y muy puntual, y siempre dependerá de la cantidad de azúcares permitida en la dieta de esa persona.
Hipoglucemia: cuando baja el nivel de glucosa en la sangre
Cuando aparecen síntomas de hipoglucemia (niveles bajos de glucosa en sangre) lo primero es hacer una medición para comprobar esa bajada de glucosa. Y una vez confirmado, hay que ingerir alimentos que contengan carbohidratos de absorción rápida para elevar esos niveles de glucosa.
En este caso, una cucharada de miel servirá para equilibrar el nivel de azúcar.
Insistimos, de nuevo, en que las personas que sufren diabetes deben guiarse siempre por las recomendaciones de sus médicos. Son ellos quienes marcarán las pautas, las cantidades y las excepciones en el consumo de alimentos.
La miel, por su alto contenido en azúcares, no es un alimento recomendado para los diabéticos. Hay excepciones sí, pero serán los especialistas los que tienen la última palabra.