Bajan las temperaturas y todos queremos prevenir catarros, los resfriados y la gripe. ¿Por qué aparecen ahora? Al contrario de lo que mucha gente cree, el frío, por sí solo, no es el que nos provoca esos resfriados o catarros. Son los virus que, sin las altas temperaturas del verano, encuentran unas condiciones más favorables para sobrevivir y, que al permanecer más tiempo en espacios cerrados, es más fácil contagiarse.
Nadie está a salvo de estos resfriados, catarros o virus (y menos aún con niños en edad escolar, que son los principales transmisores) pero sí podemos seguir algunos consejos para minimizar el riesgo de contagio.
4 consejos para prevenir catarros
- Lavarse mucho y muy bien las manos
Sí, con el coronavirus el lavado frecuente de manos se ha convertido en una rutina y es importante seguirla. Tocamos muchas cosas, a muchas personas y, después, inevitablemente nos llevamos las manos a la cara, a los ojos, a la boca… Un lavado frecuente y a conciencia de manos con jabón y al menos durante 20 segundos, disminuirá el riesgo de contagio. - Ventilar con frecuencia los espacios
Otra medida que no por ser conocida debemos olvidar. Es importante ventilar las zonas donde conviven varias personas (escuelas, salón, cocina… y también las habitaciones) porque hay que renovar el aire y reducir la carga vírica. La ventilación cruzada y frecuente es una de las medidas más eficaces para eliminar los microorganismos del aire. - Lavar la ropa de cama
Pasamos muchas horas entre las sábanas. Respiramos, tosemos, estornudamos, roncamos… y muchos virus acaban en las sábanas (y pueden sobrevivir unos cuantos días si la temperatura ambiente no es muy alta) Así que lo mejor, en época de resfriados, es cambiar la ropa de cama con mucha frecuencia y lavar las sábanas a 60º. - Limpiar las superficies
Teclados, ratón, manillas de las puertas… Hasta ahora habíamos visto la importancia de ventilar para evitar que los virus permanezcan en el aire, pero también debemos extremar las precauciones con la limpieza de las superficies porque al hablar, al toser o estornudar, los virus también pueden quedar durante unas horas en esas superficies. Si otra persona las toca y después se lleva las manos a la cara, existe riesgo de contagio.
A estas medidas, debemos añadir siempre que una dieta equilibrada, mucha fruta, verdura, frutos secos…, un buen descanso y realizar ejercicio de forma frecuente, va a ayudarnos a mantener un sistema inmunitario fuerte y mejor preparado para combatir con los resfriados y los catarros.
Pero, si aún así caemos y nos contagiamos, también tenemos algunos consejos que compartir contigo para intentar aliviar los síntomas tan molestos.
Consejos para aliviar los síntomas de la gripe
- Hidratarse y beber líquidos. Las bebidas calientes como infusiones (aquí te dejamos unas cuantas ideas de infusiones con miel) o caldos ayudan a mantener hidratadas la garganta y las fosas nasales y a evitar que se resequen. El agua tibia con limón y miel te ayudará a sentirte mejor.
- Evitar los cambios bruscos de temperatura. Aunque hemos visto que no es la causa de los resfriados y los catarros, sí afecta a nuestro cuerpo si pasamos del calor al frío sin protegernos. Así que, vamos a ayudar a nuestro sistema inmunitario todo lo que podamos.
- Los antibióticos quedan descartados. Porque no ayudan a tratar los virus. Solo deben tomarse si aparecen infecciones bacterianas y bajo prescripción médica. Así que frente a un catarro o resfriado, quedan descartados.
- Humedece el aire. Un humidificador podría ayudar a aflojar la congestión.
- Descansa. El estrés y la falta de sueño no ayudarán a tu cuerpo. Así que descansa todo lo que puedas para superar cuanto antes el resfriado.
- La miel, la jalea real, el polen y el propóleo pueden ser tus mejores aliados para el otoño (te lo contamos aquí)